La piel del bosque

Barcelona, 2020

Instalación realizada con trozos de corteza encontrados en el bosque.
De las partes más profundas, surge la sangre, haciendo visible la herida que provocamos a la naturaleza con el uso abusivo del entorno y con nuestra presencia.
La obra propone una identificación para concebir sus heridas como parte de las nuestras, una complicidad necesaria para vivir en ella.