Camins trencats

Museo Abellò
Mollet del Vallès, 2022


Algunos caminos no tienen continuidad y se rompen porque una valla intrusiva y controlada los invade. A esto le llamamos frontera.
    En el espejo de la instalación, podemos ver nuestro reflejo entre rejas, y no podemos avanzar porque hay una barrera metálica y con alambre de espino que lo impide. En cambio, encima de esta, se proyecta el vuelo de unos pájaros, que lentamente se desplazan por el aire, de un lado al otro de la valla.
    La situación nos pone en una situación distinta a la habitual. Nos coloca en una situación paradójica. ¿Son más libres las aves que nosotros? ¿Cuál es el significado de la valla?
    La instalación pone al espectador en un lugar incómodo para que se generen preguntas y para que empatice con la obra. El reflejo en el espejo invita a reflexionar sobre el acto migratorio y a ponerse en el otro lado la frontera.